Artículos sobre la Violencia de Género

Los servicios de atención de mujeres en Lleida han atendido a 1.617 afectadas


Los servicios de información y atención a las mujeres (SIAD) en Lleida del Institut Català de la Dona, los consejos comarcales y el Ayuntamiento de Lleida han atendido hasta el 31 de octubre de este año a 1.637 mujeres, residentes en las seis comarcas de la plana de Lleida y el Solsonès.
Según ha informado la delegación del Gobierno en Lleida, en total, el número de actuaciones efectuadas por estos servicios ha sido de 2.565, de forma que ha habido mujeres que han sido atendidas más de una vez o bien el servicio que han requerido ha derivado en varias actuaciones.
Del total de usuarias de los SIAD, 306 (el 19%) sufrían una situación de violencia machista. Los servicios que se han puesto a disposición de estas mujeres consisten básicamente en la información y orientación en relación con cualquier aspecto de la vida de las mujeres, y el asesoramiento en el ámbito psicológico y el jurídico.
Los SIAD trabajan en la prevención de actos de discriminación y violencia de género, en la información y mediación en casos de separaciones y divorcios y, cuando se han producido, en la atención y tratamiento integral de los casos de violencia.
Este datos los ha hecho públicos el delegado del Govern en Lleida, Ramon Farré, en el transcurso del acto institucional conjunto de conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres que ha tenido lugar esta mañana en la plaza Fanalets de Sant Jaume de Lleida.
El acto ha comprendido la lectura del manifiesto institucional consensuado entre la Federación de Municipios de Cataluña, la Asociación Catalana de Municipios, las cuatro diputaciones catalanas y la Generalitat de Cataluña, y una ofrenda floral al monumento "Lágrimas por ti" por parte de los máximos representantes de las instituciones locales.
Por otro lado, según los datos aportados por la Subdelegación del Gobierno en Lleida, entre enero y octubre de 2012, el teléfono gratuito 016 de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, dependiente del Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad, ha atendido 7.202 llamadas en toda Cataluña, de las cuales 279 corresponden a Lleida.
La mayoría de estas llamadas en el conjunto de las cuatro provincias catalanas, 4.820, las han hecho mujeres que sufrían malos tratos, mientras que alrededor de 2.382 llamadas las han hecho familiares, amistades o personas cercanas a la víctima.
Por otra parte, el Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE, antiguo INEM), del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, ha concedido entre enero y septiembre de este año un total de 2.778 Rentas Activas de Inserción (RAI) a mujeres víctimas de violencia de género en Cataluña, de las cuales 188 se han concedido en Lleida.

Fuente: ABC







El síndrome de indefensión aprendida (SIA) o de “desesperanza inducida”. 

 

La Indefensión aprendida, o adquirida, es una condición psicológica en la que un sujeto aprende a creer que está indefenso, que no tiene ningún control sobre la situación en la que se encuentra y que cualquier cosa que haga es inútil. Como resultado de un proceso sistemático de violencia, la víctima permanece pasivo frente a una situación displacentera o dañina, incluso cuando dispone de la posibilidad real de cambiar estas circunstancias. A pesar de esto, son muchas las víctimas de maltrato condenadas a oír, cómo se les cuestiona por el hecho de creerles a sus victimarios El desconocimiento de la complejidad en el tema, muchas veces impide nos comprender qué ocurre en la mente de aquellos sometidos a violencia recurrente. Los expertos refieren este síndrome como una “adaptación psicológica”, una salida posible que encontraron las víctimas para procesar tanto dolor: Cuando se ha sufrido violencia – en todas sus manifestaciones – ciertas situaciones se presentan como “sin salida” y antes de intentar cualquier acción para revertirla, se asumen como tal, en pleno convencimiento de que nada ya puede hacerse para mejorar dicha realidad, que no hay otra salida… El más perfecto estado de la indefensión es aquel que conlleva la renuncia al intento mismo del cambio.

  - Le creo, permito que me manipule…

  - Me domina cuando me grita,

  - Pero también cuando me pide perdón…

  - Tengo que dejarlo, pero no puedo…

  - Nunca voy a poder …

  - ¿Para qué intentarlo, para sufrir aún más?

  - El perfil de quien cree

Vale resaltar que no hablamos aquí de una persona que sufrió aisladamente un hecho de violencia. Sino, que por el contrario, la agresión y la mentira protagonizan su vida cotidiana. Sólo siendo concientes de la humillación que esto implica, entenderemos por qué les creen a sus victimarios y siguen a su lado.

Indefensión aprendida: Tras fracasar en su intento por contener las agresiones, prevenirlas, evitarlas o alejarse de ellas; y en un contexto de baja autoestima – reforzado día a día por la incapacidad por acabar con esa situación- las víctimas asumen lo que les pasa como un castigo merecido. Nadie podrá ayudarlas a salir, ni a cambiar sus vidas.

Pérdida del control: Consiste en la convicción de que la posibilidad de revertir la situación le es ajena, es una creencia infantil de que alguien decidirá por ella, con seguir y librarse de su agresor. Como ella nada puede hacer, frente a otro que todo lo puede, es mejor no intentar y esperar que todo pase.

Baja respuesta conductual: Es tal el abatimiento, que ya dejó de buscar estrategias para evitar las agresiones. La tristeza tomó el timón de su barco y la pasividad es la respuesta a todo estímulo, tanto interno como externo.

Es probable que viéndolo desde afuera, califiquemos esta conducta como una aparente indiferencia; sin embargo, se trata de una defensa que le permite autoexigirse y culpabilizarse menos por las agresiones que sufre. Claro que el costo por utilizarla es muy alto: se anula su capacidad de revertir situación. Llega a tal punto su adaptación, que se convence que merece vivir junto a quien la maltrata, e incluso lo justifica ante quienes le dicen lo desenmascare.

La intermitencia de las agresiones y el paso constante de la violencia al afecto, refuerza las relaciones de dependencia, que empeoran cuando la dependencia lo es también económica. No olvidemos que las mentiras del agresor apuntan a convencerla de su amor, que todo lo hace por el bien de ambos y que sólo él podrá hacerla feliz. Para dimensionar tal sometimiento, hay que destacar que la víctima llega a esa actitud, cuando a lo largo del tiempo, se han ocupado de destruir su autoestima, a través de métodos de lo más diversos: empleando el terror, los presagios de fracaso, el desaliento, la desconfianza de uno mismo y de los demás, la amenaza constante y todas las formas de división y sospecha. La máxima expresión de este dominio, se da cuando la logran convencer “de que la vida no vale la pena”, pues todo está perdido y nada ni nadie merece el esfuerzo por cambiar la historia.

PERO...NO ES ASÍ...SE PUEDE SALIR, ¡ES COSA DE DAR EL PRIMER TIMIDO PASO HACIA ROMPER CADENAS!

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2 comentarios:

  1. Es incrible esto del síndrome de indefensión aprendida... Cómo se puede llegar a humiliar tanto a una persona? Y a prodicirle un desgasto mental tan grande, hasta el punto de que piense de que nada vale nada? Tolerancia 0.

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    1. Claro que sí, Alba, tolerancia 0. Todo parte de la antigua tradición de que la mujer sólo valía para cuidar de los hijos y de la casa, no podía opinar sobre política, economía o temas que se escapasen del entorno del hogar. El hecho de tener demasiado en cuenta el pasado produce que ciertas personas se anclen a él, y eso es algo que no podemos permitir; las sociedades evolucionan, al igual que los ecosistemas y los seres humanos, y debemos acostumbrarnos a ello.

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